sábado, 28 de febrero de 2009

los obligados


Aquí he pintado otra pareja, otro momento en una relación. Esta vez la de los obligados. La pareja de la izquierda resignada, sumisa, entregada a su destino. Al centro vemos a la madre-abuela, a la mujer encargada de mantener la tradición, de cuidar y transmitir los valores familiares, la dignidad, salvarse del “que dirán”... la pobre esta seria, es dura y su ojo derecho llora. Seguramente ella también tiene un amor que tuvo que negar... detrás de esa dureza guarda un montón de dolor, de dulzura nunca compartida y lo canaliza con estos dos jóvenes que son arrastrados a su destino inexorable.
La joven resignada mira hacia abajo con dulzura y con tristeza, el chico asustado la consuela con su gesto. Se quieren pero su tiempo era otro. Están juntos y la madre-abuela los vigila. A lo lejos el pueblo, a la derecha algún ojo del vecino chismoso se asoma en un agujero y juzga, condena, celebra.
La pareja comparte un espacio y todos están unidos y encerrados en una línea roja de sangre, el vínculo del parentesco, del intercambio de fluidos, todos tienen su corazón que gotea azul de nostalgia. Comparten burbujas y se aíslan en sus burbujas. Aquí cada uno cumple su papel, renunciando al amor, a la libertad, a las decisiones propias. A estos personajes les ha tocado un camino duro y muy transitado en el que no se permite salir y buscar un nuevo sendero. Son una familia que pronto se multiplicará.

1 comentario:

Vivian dijo...

Me encanta el significado de la pintura... excelente!!!